Es curioso, pero en lo primero que he pensado al leer este interesante artículo sobre “La muerte de la banca tal y como la conocemos” a manos de Google, Facebook, Amazon y sus secuaces, en lo primero que he pensado es en nuestro sector sanitario. En el último párrafo está el gatillo que me ha hecho pensar “Aquél que disponga de la información más precisa, la tecnología más eficiente, los motores de procesado de datos más potentes, y la mejor experiencia interactiva de cliente…” será quien venza en la guerra del futuro del sector financiero.
Porque en tema de servicios sanitarios (y sobre todo cómo rentabilizarlos) quien dispone de toda la información relevante actualmente son los bancos. ¿Estoy loco? En absoluto. En realidad, el principal canal de venta actualmente de Adeslas (casi el 70%) es La Caixa. Sanitas, DKV, Asisa, Allianz… se pelean por tener como canal a BBVA, Banc de Sabadell, Santander, Popular, que han significado doblar las ventas anuales en el sector.
“La información más precisa” que disponen los bancos es si tenemos seguro de salud y el precio que estamos pagando por el mismo. Es fácil lanzarnos ofertas, y mucha gente da el paso. A menudo, ese paso genera problemas, como cuando tienes una preexistencia clara (o sea, ya tienes un problema de salud) y el vendedor (que no es especialista) del banco te dice que no habrá problema. Cuando lo hay (que es que sí siempre) el cliente se encuentra que está de baja de su otra aseguradora y ahora no le aceptan (todo legal) como cliente. También es el problema de una mala venta para el médico que atiende al paciente tránsfuga, que ahora no puede atenderle sin cobrarle, lo que provoca malentendidos o propuestas de dolo (o sea, de hacerle un informe negando que la preexistencia sea tal = ERROR!!!). La solución al caso es invocar como cliente la figura legal y neutral del Defensor del Asegurado (todas las aseguradoras deben tener uno), que probablemente si existe documentación o registro que se pueda aportar falle en favor del cliente.
Si quisieran ir un poco más allá, ¿quien mejor que los bancos para detectar cuando empezaremos a necesitar ciertos servicios? Mayor uso de taxi, pagos a médicos o centros, compras de artículos especiales para ciertas patologías o incluso los medicamentos que adquirimos … todo esto se registra queramos o no. Todo está a la espera del uso de Big Data, cruzando referencias y haciendo predicción de cuándo seremos dependientes o somos crónicos, para intentar vendernos servicios sociosanitarios. Y mientras tanto, la masa furibunda se lanza contra el sector sanitario público por intentar usar los datos para mejorar los resultados de salud sin coste para el contribuyente. El Gran Hermano tiene un banco, y pronto tendrá un servicio de Telemedicina con el que nos dará un servicio de valor añadido que impedirá que lo abandonemos. Y si no, al tiempo.
Imagen: Modificada de http://www.locallyhealthy.co.uk/story/news/true-cost-building-pfi-hospitals-west-midlands