Hoy una interesante conversación en el seno de ACES con Joan Guanyabens me ha puesto al día de un concepto que intuyes, pero que no atinas a concretar (lo de darte cuenta que hablas en prosa): Me comentaba lo interesante que están siendo las primeras sesiones de los Mobile Thinking Days destinadas a Sanidad Privada (como en años anteriores había sido hostelería, y ojalá en el futuro sea industria farmacéutica), unas jornadas destinadas a compartir la visión de la realidad móvil del Mundo con un sector del territorio. Si alguien como Joan dice que está aprendiendo, es que realmente debe valer la pena.
Al turrón, que dicen aquellos: Al parecer, uno de los ponentes de las jornadas lanzó el concepto de Densidad Digital del sector, un concepto cuya autoría se atribuye el IESE, como queda reflejado en este link, y más o menos va de esto: En cualquier individuo, grupo, empresa o sector, la forma de medir la densidad digital seria a partir del número de acciones e interacciones realizadas.
Es interesante porque cuando la gente del HIMSS habla de su modelo de adopción de Historia Clínica Electrónica (EMRAM) los datos pretenden ser sectoriales, e influenciar a los más «rezagados». Pero en cambio, no hay un indicador «individual» o «grupal» claro: Es más, para mucha gente de fuera del sector todo debería estar digitalizado, y paradójicamente los más refractarios solemos ser los operadores propios del sector: aseguradoras públicas o privadas, prestadores sanitarios, y en última instancia, individuos en posiciones clave. Así, si bien en sectores como la banca o el comercio detallista se observa una fuerte entrada e influencia en el sector de interacciones digitales, en sanidad el fax o los papeles siguen siendo elementos de intercambio de información crítica ampliamente utilizados. Curiosamente, se utilizan aún y siendo más seguro el uso de herramientas electrónicas por ejemplo en el caso de la salvaguarda de información y protección de datos, contra la opinión de muchos inmovilistas. Basta el ejemplo del incumplimiento de la LOPD que es llamar a voces al paciente a la puerta de la consulta, mirando un listado de papel, frente a los gestores digitales de colas, con la información codificada. Es el concepto más evidente de tendencia al autoservicio que se apunta en la definición.
En suma, que de densidad digital tenemos todos… y más vale ir pensando en que aumente para ponernos a la altura de un mundo que más que sólido tiende a ser líquido (con permiso de los amigos del Hospital Líquido por excelencia, Sant Joan de Deu). En honor de esa «liquidez» (¿una mayor densidad, una mayor liquidez?), seguiremos: